“Si usted me quiere en su vida, usted me pondrá en ella.
Yo no debería estar peleando por un puesto”
Frida Kahlo
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Hoy me he levantado con un par de menciones en telegram preguntando por textos sobre protocolo. Y no hace mucho salió en una conversación por privado, por enésima vez, el tema de tratar de usted o no, y a cuántos o quienes destacar con este tratamiento. Y como tenía este post pendiente de publicar fue el empujón final. ¿De tú o de usted? ¿Qué pasa con el protocolo?
Es un tema recurrente.
De hecho empecé a escribir esto después de que un jueves estuviera en un debate sobre “Protocolo” organizado por @azoteycafé (¿se acordan? Ángela, la de “Historia breve de vida amor y sexo” que tiene encuentro por twitch los martes. Ahora también tiene un espacio en una cosa que se llama discord –soy nueva– en la que hay unas cuantas salas de chat bedesemeras y a veces hay debates y cosas). Luego lo dejé por ahí porque creo que hay muchos post de este tema pero… ¿por qué no? Uno más, mi perspectiva, y alguna recomendación de textos a los que dirigirse que hablen un poco más allá de usted sí o usted no. Que el protocolo es mucho más que eso, y yo apenas voy a tocarlo.
En este caso el debate fue moderado por SeisCuerdas y los asistentes fuimos todos muy educados y corteses y no nos tiramos a la yugular ni nada. Un debate muy templado. Pero como siempre que se habla de protocolos, aunque se planteó en principio algún otro matiz como la diferencia entre el protocolo privado propio de la pareja y el social propio de los intercambios en chats, fiestas, eventos, etc. (o interno/externo) y surgió alguna pregunta sobre qué hacer en caso de incoherencias entre ambos protocolos o si el protocolo de un evento era contrario a tus costumbres y preferencias… al final pasó lo que pasa siempre: el tema se redujo a si tratar o no tratar de usted y Señor/a.
Y es que es un tema eterno. Yo no sé la cantidad de veces que ya he expuesto mi opinión personal y he justificado mis modos en debates en foros, webs, twitter, fetlife…
¿Hay que tratar de usted a los dominantes? ¿A todos? ¿Sólo a aquellos a quienes proceses especial respeto? ¿Sólo a tu amo? ¿Supone este tratamiento una muestra de subordinación?…
No voy a definir lo que es protocolo, ni analizar los que existen o se dan más frecuentemente en el ambiente BDSM. Para ello recomiendo por ejemplo el artículo “El protocolo BDSM”, escrito por el Señor Gabrel para CuadernosBDSM (al final del post tienen el link junto algunos otros).
Sólo voy a explicar cómo lo hago yo y por qué, y lo que opino al respecto de estas cuestiones:
Si vas a un local, evento o sala de chat con un protocolo predeterminado en sus normas, lo acatas. Y si no pues no vas, que no es obligatorio y siempre encontrarás otros eventos, locales y salas de chat que no impongan protocolo.
Si hay discrepancia entre el protocolo privado de la relación y el del evento (tu Señor te ha ordenado llamar de usted sólo a determinados dominantes y ahí es obligatorio para todos, reduciéndolo a un ejemplo de ustedeo; O tienes por norma esperar arrodillada junto a su silla y en el evento dicen que lxs sumis estarán de pie tras la silla de su dominante…): que se apañe el dom. Yo hago lo que me mande el que me manda, y él sabrá si ordenar que en esta ocasión nos adaptemos al protocolo del evento (que digo yo que sería lo normal, y si no nos remitimos al párrafo anterior) o si lo discute con los organizadores. Ventajas de ser sumisx, menos líos: que piensen Ellxs.
¿Y en general, en el trato informal del día a día? Yo trato de usted. Porque sí.
Como podrán imaginar a poco que me conozcan, creo firmemente que nadie, por supuesto, se subordina por usar el usted con otra persona. Ni siquiera si esa otra persona no devuelve un trato similar. A mí hay Señorxs que me ustedean en respuesta a mi modo formal, y otrxs, la inmensa mayoría, que me tutean. Y no me supone ningún problema porque, repito, no considero que el usted coloque en situación de superioridad a nadie, ni que implique un especial respeto. Ni creo que las personas dominantes a las que me dirijo generalmente perciban de mi esa supuesta sumisión por este trato.
De hecho yo trato de usted a todo el mundo dominante. No a las personas sumisas. Con los switch tengo cierto conflicto… pero en general suele solucionarse dejándome llevar: les trato como me sale. Y me sale, normalmente, en función del aspecto predominante dominante/sumiso con el que yo les haya conocido o estén participando en ese momento. O por cómo me digan en caso de duda. Mi Señor no tenía ese problema: esmeraba el trato con todo el mundo, independientemente de su rol. Todo dios de usted. Era más chungo aún que yo. En teoría si todos usásemos ese protocolo, todos nos trataríamos con esa cortesía, tanto bottoms/sumisxs a dominantes/tops como estos a las personas sumisas y entre ellos. Pero recordemos que estamos hablando del día a día, y que lo normal es que si estás en twitter, en telegram, cualquier otra web, o tomando un café con un conocido bedesemero o en una kedada… la gente no tiene por qué seguir el mismo protocolo que nosotrxs, y vamos a encontrar mucho tuteo.
¿Por qué yo lo aplico a todos los dominantes y no sólo a quienes profeso un especial reconocimiento? Es otro argumento muy habitual, y hay que reconocer que dota al trato de un significado diferente. Yo no lo hago así porque eso es muy complicado y además me sentiría incómoda decidiendo “a ti no te toca, a usted sí”. Y no quiero ya ni pensar el drama cuando tuviera que retirar el trato a quien antes sí se lo otorgaba… Porque los hay, ¡eh? Personas dominantes a las que la vida me ha enseñado que aprecié más de lo que en ni opinión actual merecían.
Así que así se quedan, si total… ya dije que no respeto a nadie más por llamarles Señor/a.
De hecho, asocio tan poquito lo de tratar de usted con el respeto, que puedo perfectamente, y de hecho lo hago con bastante frecuencia, ser muy cortante y poner a caldo a quien haga falta sin que se me despeine ni un pelo de mi cabellera sumisa ni me pese el protocolo en ningún momento, si es preciso.
Estoy segura de que las personas dominantes a quienes conozco y respeto de forma más especial son conscientes de ello, y que se lo hago saber a través de mi actitud y mi atención, más allá de si soy más o menos formal en nuestras conversaciones. Probablemente más por mi cercanía para con ellxs que por la distancia que el usted aporta
De hecho fíjense… al único al que tuteaba antes era a Él. El mundo al revés.
Ahora intento extender el tuteo a quienes me lo piden (de forma muuuy reiterada) y me importan lo bastante para tratar de tenerlo en cuenta y adaptarme. Corren nuevos aires y hay a quien no le gusta. Aunque me cuesta la vida acordarme y renunciar.
Lo hago porque… porque me gusta.
Me resulta agradable. Me gustan las “viejas costumbres” aunque no sean tan viejas. Un poquito de envoltorio. Un adorno, un terciopelo con el que presento mis palabras. Un cierto ambiente que al relacionarme en el marco BDSM llevo conmigo. Me gusta mi ser de sumisa, me gusta esta estructura, y me gusta dejarlo sutilmente patente al relacionarme.
Lo hago por mí misma. Siempre digo que igual que elijo como me visto, me maquillo y me perfumo, elijo también cómo me expreso. Digamos que considero que una ligera capa de protocolo forma parte de mi seña de identidad como lena. No es por un especial respeto al otro, si no por respeto a mí misma. Para mí.
Seguramente también impongo cierta distancia con el trato formal, que puede ser conveniente en ciertos momentos… aunque mi experiencia es que el que quiere acercarse se acerca le trates como le trates, para bien y para mal.
Y si además este trato también proporciona cierto placer a quien conversa conmigo, cosa que suele pasar (no siempre, como ya he dicho) pues mejor… Pero confío que en realidad el placer de mi compañía se deba al fondo y no por las formas.
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Y tú/usted, sumisx en la duda, dominante en ciernes… ¿qué debes hacer? Nada. Deber, nada. Busca tu propio estilo y las formas de relacionarte que te resulten más cómodas, en las que puedas expresarte de forma auténtica y más libre. Si como sumisx conoces a alguien que le guste un modo en particular, y llega el momento de que esa persona asuma en tu vida cierta influencia… pues ya verás si decides darle el gusto.
lena
(abril’21)
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Para leer más sobre esto y la opinión de otras personas, recomiendo estas lecturas:
“El protocolo BDSM”, escrito por el Señor Gabrel para CuadernosBDSM
“El protocolo no es tan difícil” y “Otra vuelta de tuerca con el protocolo para sumisos.” blog «Tras las huellas de una dómina», de la Señora ScheherezadeDom
“Normas y protocolo propio” en la web «Azote y cafe», de Angela
“A vueltas sobre el uso (o no) del protocolo en el BDSM” en el blog «A devil inside me» de seisCuerdas
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2 comentarios en «¿Me permite ustedearle? Una pizca de protocolo.»
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