A veces me pican en la punta de los dedos las cosas que no (Le) escribo.
Y en la lengua a veces presiento las palabras apropiadas para contarle cosas que no acabo de soltar.
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«Usted me gusta,
pero no es un simple gusto,
no como el café en la mañana,
no como la puesta de sol en el horizonte,
me gusta no sólo de un momento,
no como esperar una noche
o la ansiedad por la mañana.
Usted no es un instante.
Usted me gusta como para dos o tres eternidades».
(Norad Murd)
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Y en vez de lo que no digo, hundo la cabeza en su cuello y suspiro un ME GUSTA.
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lena
propiedad de DragonRojo
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