Hoy domingo, es el día de sentarse a ver algo de cine o televisión. Si la programación de las parrilas televisivas no te atrae, y estás demasiado vagx para ir al video club (Que nosotros somos gente honrada y no descargamos pelis pirateadas), quizá sea un buen momento para ver uno de los capítulos de la muy premiada serie «Mujeres Asesinas».
La serie llevamos años esperando su pase en españa, pero no parece que llegue nunca. Sin embargo, gracias a youtube podemos disfrutar de algunos de sus capítulos. Es especialmente interesante para nosotros el que hoy os traemos aquí. «Ana Sometida» (2 temporada, cap. 14 de la serie original), cuya sipnosis tomada del propio vídeo subido a Youtube es:
«Ana (María Socas) es una joven que se casa con Jorge, ambos de clase social alta (Daniel Fanego); hasta el momento ella cree tener al lado al hombre perfecto, pero en la noche de bodas Ana se encuentra con una sorpresa: a Jorge le gusta practicar el sadomasoquismo; él le pone encima cera de vela caliente, la corta y la golpea. Ana no sabe que hacer, no entiende que está pasando e intenta dialogar, pero Jorge la obliga a tener este tipo de prácticas.
Pasa el tiempo y Ana, si bien no desea lo mismo que su esposo, acepta esta situación, pareciera no quedarle otra. Ambos tienen una hija llamada Camila (Sol Madrigal), que por supuesto no está al tanto de nada.
Paralelamente a esto a Ana se le hace tortuoso tener sexo con Jorge, pero a él pareciera no importarle demasiado. Un día Jorge le trae una sorpresa: en medio del acto sexual incorpora a otra mujer, justamente la madre de un amigo de Camila.
Un día Camila está por cumplir quince años y Ana le ofrece que se ponga su vestido de casamiento. La niña emocionada se lo muestra a su papa; desde entonces Ana desespera y piensa que su marido es capaz de hacer cualquier cosa, y que, como le pasó a ella, a Camila le puede pasar lo mismo.
Una noche Ana sospecha que su marido va a abusar sexualmente de su hija, pero finalmente se da cuenta que esto fue tan sólo una ilusión. De todas formas decide poner fin a la situación.»
El capítulo es un claro ejemplo de lo que sucede cuando el sadomasoquismo es algo que sucede lejos de las normas «SSC», cuando el consenso se ignora, se impone, se relega o se gestiona de forma inadecuada. Nada tiene que ver con el BDSM o S/m consensuado. Ésta es, quizá, una de las razones por las que tenemos la obligación de mantener siempre una línea de discurso clara para diferenciar lo delictivo, lo patológico, de lo lúdico.
Que la disfruten… y mediten al respecto.
Ver el capítulo íntegro en youtube: https://youtu.be/0QTr2sBM-bQ
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