Publican hoy en el periódico El Mundo una noticia referente a un estudio realizado por Tamara Moreno Blanco y Viñuelas Reviña, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, del que se concluye que los jóvenes hoy en día contemplan con buenos ojos muchas parafilias y hasta practican algunas.
(…) una de las razones por la que los jóvenes de hoy son más permisivos con las parafilias está en los «cambios sociales y culturales de los últimos años. Influye además la reafirmación de la sexualidad femenina que ha supuesto un motor de cambio. Los sentimientos de culpa en torno al sexo han dado paso a los de tener derecho al placer».
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Suena muy bien eso de que los sentimientos de culpa vayan dando paso a los del derecho al placer. Pero hay algunas cosas en el estudio que, una vez visto de cerca, nos bajan el subidón de interés suscitado al saber que se ha afrontado el tema desde una universidad española.
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Para empezar, participaron sólo 100 jóvenes… lo cual no es un grupo de estudio muy fiable, si de hacer estadística se trata. Un centenar de jóvenes universitarios, de entre 17 y 29 años, de los cuales sólo 24 eran varones… y presuponemos que todos de la misma Universidad (aunque de distintas facultades). Difícil conseguir así datos fiables que poder extrapolar al conjunto de los jóvenes españoles universitarios de ambos sexos, que estudien en todo tipo de carreras y universidades a lo ancho y largo del país, y no digamos ya si se nos ocurriera ampliarlo al conjunto de la juventud incluyendo la no universitaria. Es muy probable que el simple hecho de hacer el estudio en una universidad pública o en una privada, o en una comunidad autónoma u otra, baste para arrojar resultados diferentes.
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Otro punto que no vemos claro, es el uso del término parafilia en este estudio.
En la introducción de su artículo dicen: “El objetivo de la investigación ha sido conocer las opiniones acerca de las para filias y la realización de prácticas sexuales no convencionales en estudiantes universitarios (..).” Lo cual nos parece que es, modestamente, mezclar churras con merinas.
No es lo mismo una parafilia (según DSM-IV) que una práctica sexual no convencional, ni deberían ser considerados como primos hermanos y valorados como iguales en un estudio de este tipo. Una parafilia sólo es tal si causa malestar clínicamente significativo al sujeto o perturba su vida social; es decir, si la persona no puede controlar ese impulso y le hace infeliz. Que no tiene nada que ver con que algo que uno, dos o varios practican de común acuerdo y que les hace felices sea o no sea “convencional”. Una práctica sexual no convencional podría ser cualquier cosa más allá de la postura del misionero, según en qué tiempos y ante qué ojos.
Es muy probable que esos resultados que indican que los jóvenes (ese puñadito de jóvenes) ven con buenos ojos lo que las investigadoras llaman “parafilias”, sea porque cuando los jóvenes han leido en el cuestionario que tenían que indicar si habían practicado alguna vez alguna de las siguientes actividades sexuales, o que evaluaran cómo de criticable les parecen las distintas actividades sexuales,… a lo mejor es que han contestado pensando en eso, actividades sexuales, que es tal como se les plantea. Y no en parafilias.
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Y otra cuestión que nos rechina: cómo se ha incluido la pedofilia en el estudio
No es que nos sorprenda que se incluya la pedofilia entre una lista de conductas sexuales no convencionales, por desgracia suele pasar. Por mucho que el resto de las conductas sexuales no convencionales de la lista sean todas mucho más convencionales, legales y sanas en todos los aspectos. El caso es que en una lista muy muy breve de conductas (sólo ocho en total, la encuesta es realmente muy escueta), no se incluyen parafilias como la necrofilia, ni la zoofilia, ni la escatología,… quedan fuera del abanico multitud de conductas sexuales. Pero sí se junta el fetichismo con la pedofilia.
Lo cual destaca aún más al ver la tabla que recoge las experiencias de los entrevistados. Uno puede alarmarse un poco al pensar que hay cierto número de estudiantes universitarios que al parecer practican la pedofilia… hasta que vemos que el estudio no pregunta si eres pedófilo tal cual, si no si alguna vez has mantenido “actividades sexuales con personas de 16 años y/o menores”… No sé yo hasta qué punto el que alguien de 17 años (que podría ser un alumno que estuviera haciendo la encuesta) mantenga relaciones sexuales con una persona de 16 es “no convencional” o pedofílico. O si puede considerarse como tal el hecho de que un estudiante de digamos 29 años, que es el máximo de edad entrevistado, conteste positivamente a lo de que “ha mantenido actividades sexuales con personas menores de 16 años” alguna vez en su vida, cosa que tal vez pasó cuando él también era menor de edad…
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Lo cual nos lleva a la conclusión de que quizás las preguntas no están demasiado bien planteadas. Así que ni la muestra de sujetos, ni la calidad de la encuesta, son demasiado fiables.
No podremos usarlo como fundamento para valoraciones estadísticas… Pero bueno, no deja de ser una noticia interesante.
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Y cómo no… también esto de las parafilias se ha tocado en varias ocasiones en Cuadernos. Dos ejemplos:
– PARAFILIA VS BDSM, de Tanque_72, en Cuadernos de BDSM nº 1
– POR CONOCER UN POCO MÁS… CIE-10, DSM-IV y Declaración Universal de los Derechos Sexuales., de lena{DR} en Cuadernos de BDSM n 4
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